"Su
padre lo había llamado upiro. Había leído sobre aquel nombre, también
conocido en otras lenguas como vrykolakas, tympaniaios, strigoi, vrolok;
había una palabra siniestra para designar a aquella criatura. Upiro.
Vampiro. Todos poseían el mismo significado funesto y terrible."
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Pergamino. El hijo del cazador de libros.
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